Filoso.

Conservo, el idilio de un mercenario y el consejo de un caudillo.

No contemplo más adversario en aquél que goza de los poderes del dinero, puesto que ya he tomado en cuenta que la muerte, es venidera. Toma por frágil desde ricos y pobres, como jóvenes y ancianos.

Perdiendo todo, menos el orgullo; más colapso, cuando de mí se sabe, cuando lo he perdido en cuanto al tener la razón.

No he visto lujo en mi vida, más que el de mi expresión. Siempre he tolerado todo, menos el sentirme solo.

EL FILOSO:

Es la droga, es el reven. Son los cuates, son la raza, son la banda.

Son la jaqueca de las madres y el pesar de los maestros. Son los sofistas del ahora y los inadaptados de siempre.

Ellos los que visten raro, huelen raro, hablan raro y escuchan música rara.

Son los golpes, son las perforaciones y tatuajes.

Es el garage, es el punk, es el ska y es el grunge.

Es el nacionalista, el soberano. El desertor y el siempre rebelde.

En los departamentos de un sexenio presuroso, cuando la vida de un estudiante, se veía atraido por el mitilitario asunto de las anárquicas convenciones y un sin número de problemáticas que acarrearían la deserción de los estudios. No es una debilidad ni mucho menos un desprecio por el cual se demerite el conocimiento, la intención y la voluntad del personaje. Al contrario.

En mi camino como estudiante, el FILOSO como personaje, es alguien, que ya todos conocemos ó que hemos tenido la experiencia de convivir con él. Sabiendo los clásicos etiquetajes civiles: porro, rarito, puto, excluido, weirdo y demás que los han de demeritar y hacer caer en las creencias de los buenos para nada. También, en mi camino, sé que estos personajes, no son burdos y por lo tanto, son el principal modelo a seguir que tomaré en las licitaciones vandalísticas, que se tornan día a día tan comunes.

En el relato de las Celebritas, se encuentran dos criterios interesantes, los dos personajes que jamás harán falta en lo que será el complejo de relatos del Corruptor. El que toma en cuenta, como el filósofo que es subjetivo, cuando las emociones predominan en él, pero su sencillez le torna carismático. Es personaje de carácter, por que actua consecutivamente, de la manera más predecible. Sabemos de estos personajes, gracias a una de mis más grandes influencias en mis escritos (José Agustín), que el pensamiento del adolescente estudiante, activista social que siempre tomará las desiciones más adversativas y rebeldes.

Las fiestas, las marchas, los problemas. Las drogas, la delincuencia, los sueños y hasta los discursos que hemos tomado tan a la ligera. El negro y el rojo, que se tendría que teñir como solidaridad en cada uno de nosotros, pero es muy de a veces, cuando les damos la espalda.

El Filoso, es el filósofo rebelde, aprensivo, que no sigue las conductas sociales reglamentarias y toma la vía difícil para vivir la vida. La de la caída dura y del levantar lento.

El Filoso es, mi faceta como activista. Influenciada por La Generación de Onda, por el in crescendo de los martirios que es sobrevivir en un mundo dónde el estudio se ha tornado una premiación y correctiva social más que intelectual y es el activista real que existe en mí, de igual manera, con una influencia tremenda por parte de mi familia, la cual, con movimientos en pro de la gestión sexual, sigue en marcha.

¿Vas a probarla?
Por supuesto, si te vas a meter una o varias tachas, lo ideal sería saber si lo que tu díler te está vendiendo es MDMA, pero esto es prácticamente imposible (hay un método al que acaso puedas acceder en www.dancesafe.org). Tomar bastante agua o jugo puede hacer el bajón menos pesado y evitar la peligrosa deshidratación. El día siguiente a su consumo come bien aunque no te dé hambre (recuerda: alguna vez la MDMA se usó como inhibidor del apetito). Si eres depresivo y estás en tratamiento, DanceSafe recomienda suspender los antidepresivos dos semanas antes de que consumas éxtasis. Acuérdate también de distanciar las dosis de tachas cuando menos cada tres horas y no ingerir más de una tacha por dosis (la dosis que no es peligrosa está entre 100 y 150 miligramos, más o menos lo que contiene un píldora; más de 200 podrían causar intoxicación, considerando que pesas entre 50 y 80 kilos), y buscar antros con buen espacio para chilautear.[1]

Causas imposibles, es como el pedir que alguien te usurpe el alma con tal de mejorarte.

Es el pedir que la droga te sulfure loq ue llevas dentro, puedriendose de años atrás y que hoy apenas, te liberas al pedir éxtasis.

Del Filoso:

Celebritas ó del Diálogo de dos categos.

Se me había hecho tarde ó del encuentro con el pasado.

Podrido ó del desencantamiento de lo POP.

They Assumed ó del Migrante.

[1]Ruvalcaba, Alonso "Juventud en Éxtasis". Antrobiótica 2005.

Fotografía Elyzyum B J. "Simios"